Con el fin de fortalecer las capacidades en torno al respeto y cumplimiento de estándares ambientales y sociales, el Equipo Nacional de Salvaguardas en el marco de una jornada de trabajo en la región de Biobío, junto a Coordinadores/as de Cambio Climático, Especialistas Técnicos, Profesionales encargados de Salvaguarda, y de Asuntos Indígenas y Sociales de la CONAF de las regiones entre Maule y Los Lagos, presentó La “Guía para la Participación de Comunidades Locales e Indígenas en Proyectos de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales” (ENCCRV), una herramienta práctica para desarrollar procesos de participación enmarcados en el Sistema de Distribución de Beneficios (SDB).

​

Esta guía tiene como objetivo ser un documento de consulta para los equipos en terreno, ya que entrega orientaciones para el adecuado respeto y cumplimiento de las salvaguardas que garanticen el derecho a participación de las personas involucradas en los proyectos. El documento fue elaborado colaborativamente entre la Sección de Salvaguardas Ambientales y Sociales del Departamento de Cambio Climático y Servicio Ecosistémicos (DCCSE), la Secretaría de Asuntos Indígenas y Social (SAIS), y el Equipo de Especialistas de Salvaguardas del Proyecto +Bosques, iniciativa liderada por CONAF en el marco de la ENCCRV, financiado por el Fondo Verde para el Clima, e implementada en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO-.

​

Daniel Contreras, Jefe de la Sección de Salvaguardas del DCCSE, quien participó en el diseño, comenta “La guía fue construida en base a las experiencias de los equipos regionales en el desarrollo y seguimiento de procesos participativos y también se consideró la experiencia de CONAF, por lo tanto, va a funcionar como una compilación de herramientas, orientaciones y medios de verificación de los equipos en su trabajo en terreno. Es la primera vez que la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales cuenta con una guía de este tipo y esperamos estandarice la forma de llevar a cabo estos procesos para obtener el consentimiento de las personas y las comunidades asegurando en el mediano y largo plazo que los proyectos sean sostenibles”.

 

En su primera parte, la Guía entrega definición de conceptos y enfoques claves, seguido de orientaciones para los procesos participativos en relación con el Sistema de Distribución de Beneficios (SDB) y los pasos para que esa participación sea aplicada a beneficiarios Mapuche o de comunidades locales, según corresponda. Además, dentro de sus anexos cuenta con una Caja de Herramientas para Procesos Participativos y la propuesta de Medios de Verificación necesarios para dar cuenta del cumplimiento de las diferentes salvaguardas, donde la participación pasa a ser la piedra angular mediante el cual se alcanza dicho objetivo.

​

Guido Aguilera, Jefe de la Secretaría de Asuntos Indígenas y Sociales, quien estuvo presente también en el taller, señala, “La participación es el vehículo para cumplir con todas las salvaguardas tanto para beneficiarios, propietario, comunidades locales e indígenas, de tal forma que todo se integre bajo un solo proceso desde que se inicia hasta que se cierra un proyecto. Así, estaremos logrando respetar todas las salvaguardas activadas para la Estrategia y, que las comunidades nos permitan entrar a los territorios para demostrar que estamos haciendo una gestión correcta en lo social y ambiental. Lo que en consecuencia establece y mejora la relación entre la CONAF y las comunidades - a través del proyecto +Bosques y la Estrategia - como un camino a seguir donde los futuros proyectos sean ambiental y socialmente sostenibles a nivel territorial”.

​

La Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV) y su proyecto +Bosques, es uno de los instrumentos clave para la lucha contra el cambio climático en Chile, ya que incorpora el Enfoque REDD+ de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el cual exige que las actividades de reducción de la deforestación y de la degradación de bosques, sean implementadas tomando en cuenta una serie de principios denominados salvaguardas ambientales y sociales, que tienen por fin evitar, mitigar y/o minimizar los potenciales impactos negativos sobre el medio ambiente y las personas así como maximizar los beneficios para las comunidades locales involucradas en la implementación.